Título: “De Noche, Alma y Sombras”
Autor: Samuel Hidalgo Ríos
Formato: PDF
Nº Páginas: 53
Precio: 3,90 Pago vía Paypal y tarjetas bancarias.
-Envío mediante correo electrónico-
Reseña del libro:
La dualidad (e incluso multiplicidad) de
fases temporales o emocionales que genera el lenguaje poético gradual
del autor, a lo largo de 15 años de creación, complementa e implementa
un único mensaje con tres aristas, las mismas que dan título a la obra:
La noche, el alma, las sombras.
Un tridente que habita en todos nosotros, aunque combinándose de manera original e irrepetible.
Estos versos, gracias a una expresión lírica que se va tornando cada vez más evocadora que literal, ayudarán al lector a realizar su propio viaje interior.
Samuel Hidalgo Ríos nació en Málaga y se Licenció en Medicina. Ha trabajado como escritor para diferentes webs. Con anterioridad a la poesía, hizo incursión en el mundo de los cuentos, publicando “La tristeza desvelada” (1ᵉʳ Certamen de Relatos Fantásticos Fancine-UMA).
Un tridente que habita en todos nosotros, aunque combinándose de manera original e irrepetible.
Estos versos, gracias a una expresión lírica que se va tornando cada vez más evocadora que literal, ayudarán al lector a realizar su propio viaje interior.
Samuel Hidalgo Ríos nació en Málaga y se Licenció en Medicina. Ha trabajado como escritor para diferentes webs. Con anterioridad a la poesía, hizo incursión en el mundo de los cuentos, publicando “La tristeza desvelada” (1ᵉʳ Certamen de Relatos Fantásticos Fancine-UMA).
“Estos poemas acarician el alma como besos” (Inma J.Ferrero)
¡Enhorabuena por tu trabajo! Es emocionante leer tus poemas y experimentar las emociones que me generan. Eres el mejor.
ResponderEliminarDijo ella, mintiendo una vez más, como había hecho durante ocho meses, jugando con el presente y el futuro ajenos. Cuando el tipo se decidió a marchar, después de atravesar decenas de debates internos buscando un motivo donde agarrar y sostener su fé en ella, descubrió que había hecho lo mejor...pues la chica solo fingía otra vez, en esta ocasión pesadumbre, no acompañada nunca de argumentos ni motivos. Como quien sabía, como quien preveía. Como la niña que pasa mucho tiempo mintiendo y se repite a si misma: un día me pillarán, y entonces se acabó, pero mientras tanto tiro "palante". Tras marcharse él, sin valor para decir adiós, ella tardó unas horas en darlo por hecho y decirlo, un dia en iniciar su nueva etapa, y un mes en cambiar de casa. Nunca se mereció los poemas que él le había dedicado.
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